Hace una vuelta, nos enfrentábamos a este
Hércules en Alicante, nos encontrábamos
séptimos en Liga y
con Álvarez en el banquillo. Perdimos, con dos goles de Trezeguet y supuso la destitución de un maltrecho Álvarez y la contratación de nuestras esperanzas...
Goyo Manzano.
Pues bien, una vuelta después, nos encontramos en la misma tesitura pero con los dos pies
fuera de la Copa del Rey y con pie
y medio fuera de Europa, con el equipo mostrando su peor cara allá por donde va y beneficiándonos de los errores ajenos para volver a estar en la séptima posición de la tabla.
Es cierto que de dos partidos acá,
Oporto y Hércules, hemos mejorado nuestro juego.
Navas está reencontrándose a sí mismo. Perotti va mejorando. Capel está volviendo a ser el que tantas tardes bunas nos dio.
Hoy, al menos, no ha fallado la defensa. Hoy hemos marcado, aunque no haya sido un delantero el hacedor. Quizás
lo mejor ha sido que el gol lo firme Rakitic para su autoestima personal.
Muy bien Medel de nuevo, a este no lo mueven del centro del campo ni a tiros.
Pero si tengo que destacar a alguien en especial en el partido de hoy, de nuevo se me viene a portada
Álvaro Negredo.
El vallecano se ha vuelto a marchar sin marcar. El vallecano ha vuelto a darlo todo en el campo. Asistencias. Pases. Remates al palo. Entrega arriba. Entrega abajo.
Llegaba un
Hércules que tan sólo ha marcado tres goles fuera de su casa en lo que va de temporada..¿he dicho algo?.
Ya me veía, una vez más, de hermanita de la caridad dándole esos goles en un sólo partido. Pero no.
Los herculinos han demostrado en la tarde noche de hoy por qué de esos números. Un equipo que la toca con mucho mimo en el centro del campo, yo diría que rallando a los grandes, pero con la falta de ese último toque decisivo.
Muy bien trabajado por Esteban Vigo y muy bien manejado por uno que viene de vuelta en esto del fútbol, Farinós.
Tres puntos vitales los de hoy, como todos los que nos quedan.
Ahora a pensar en el Atleti, que nos pisa los talones.