Sin Kanoute, Medel, Negredo, Spahic (en menor medida y a última hora),
es dificil sacar adelante partidos como el de esta noche. Pero tampoco
es excusa. Manolo Jiménez (sí Jiménez, aquel a quien echamos entre todos
y el sólito se marchó) llegó a tener 9 o 10 bajas del primer plantel
durante jornadas, teniendo que sacar partidos adelante con jugadores
recién recuperados y otros de la cantera, y los sacó. Pero había que
echarle porque no valía, aunque sacase sus partidos adelante y acabase
el equipo donde acabó al final de la temporada.
Nadie se reía del SFC, seguía siendo un ejemplo.
Sin embargo, desde principios de semana veniamos poniendo paños calientes a lo que pudiera pasar (y ha pasado en Gijón): faltaban éste, el otro y el de más para allá.
Yo por ahí no entro. No me cuadra que internacionales como los nuestros
no sepan qué hacer contra un equipo de los de abajo (otro más) que nos
chulea apenas comienza el partido. Y, a pesar de todo, parece que nos
hemos acostumbrado, y hasta nos extraña, que ocurra lo contrario, es
decir, que se imponga el SFC a un equipo menor.
En este SFC no hay quien mande ni en el césped, ni en el banquillo y, al
parecer, ni más para arriba, porque aquí nadie reacciona. Sólo nos ponemos las pilas cuando el que llega es de los de arriba del todo, y hay que cumplir...
Triste, muy
triste, pero o aquí alguien pega un puñetazo en la mesa o las vamos a
pasar canutas y vergonzosas hasta fnal de Liga (si es que no está
comenzando a ocurrir).
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