Hoy nos visita el Barça, con todo el colosal elenco de figuras (salvo Abidal, a quien desde aquí le deseo lo mejor). Y como quién llega es uno de los de arriba, que se está repartiendo esa parte del dinero de la TV´s que nos corresponde, pues el SFC saldra a morir.
Lo hará porque es el Barça; por las teles están pendientes; porque Del Nido les ha tocado los h****sa los jugadores; porque tienen ganas de quedar bien. En fin, por todas esas cosas que venimos echando de menos cada jornada de futbol, y el SFC nos defrauda... salvo excepción.
Y, como diría Ortega y Gasset, "no es eso...".
No queremos, al menos yo, que el SFC sólo dé la cara en cada partdio contra un grande, en cada partido contra quienes quieren compararse los nuestros. No es eso.
El sevillismo quiere eso, y quiere lo más importante, porque ahí es dónde radicó nuestro triunfo de años atrás: dejar venir a quien tocase y demostrarle que a Sevilla y al Sanchez Pizjuán se venía a perder, y a no acabar lastimosamente goleado (el 4 era un número habitual de goles en nuestro casillero).
Por aquí pasaba cualquiera desde el Barça al Zaragoza y se
"tiraba a matar". No había tregua para nadie, no había ni atisbo de rendición en el peor de nuestros partidos, porque
dicen que nunca se rinde...
Yo mañana, aunque le regalásemos la Liga a
los de la Cueva, quiero que gane el SFC, mi SFC. Pero después quiero que haga lo mismo venga quien venga, vayamos donde vayamos porque los tres puntos no entienden de colores. Son 3 y nada más que 3, y todos son necesarios, TODOS, los juguemos contra quien los juguemos.
Por eso, y a partir de ahora, las únicas visperas han de ser las de plantear los entrenamientos, porque los partidos no deben entenderse más que como victorias, porque ese es el SFC que yo conozco y al que encomendé mi fervor futbolero apenas nació mi tatarabuelo.
Y si mañana viene el Barça, aquí estamos, para ganarle, a ellos y al que toque, no quedan más opciones: Victoria o Victoria, Sí o Sí.
¡¡A por ellos!!
