Partidazo el que le ha jugado nuestro equipo en la noche de hoy al Real Madrid.
Partidazo en todos los sentidos.
Táctico. Míchel ha demostrado saber jugarle las cartas a Mourinho y plantarle en frente a un equipo al que ha sido incapaz, con todas sus estrellas, de hincarle el diente y crearle peligro.
Se las prometían felices los merengues después de las dos últimas temporadas en las que fútbol parecía que se estaba jugando al tenis.
Pero no. No estábamos dispuestos a que esta temporada las cosas fueran igual. Sabía Míchel cómo había que jugarle a este Madrid, y así lo hizo y lo demostró.
Venía Cristiano a contagiarse de la alegría sevillana para cura de sus depresiones y me da que se va con la moral tocada aun más.
Es este el Sevilla que todos queremos. Queremos unión entre todos los futbolistas. Todos a una, y que cuando la calidad no se pueda demostrar, que prevalezca esa unión para hacer la fuerza como en el día de hoy.
Tres puntos importantísimos ante un calendario complicado que se nos avecina. Tres puntos con los que casi nadie cuenta a principios de temporada y que deben servirnos para sabe lo que queremos y a lo que jugamos esta campaña. Deben valernos para presentar credenciales perdidas y dar un golpe de mano en esta Liga de dos.
Uno de ellos ya sabe lo que es hincar las rodillas en el césped de Nervión.
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