Un Sevilla sin luces se queda a las puertas de Europa en la décima jornada de la liga tras el encuentro disputado en el Sánchez Pizjuán contra el conjunto levantino que
tuvo una defensa casi perfecta.
Un estadio semivacío con ganas de gol se encontraban los de
Míchel pero finalmente no llego y Nervión solo se llevó un punto y nos deja en la séptima plaza de la clasificación a la espera de lo que suceda con el encuentro en el Coliseum Alfonso Pérez entre el Getafe y el Betis.
Comenzó el encuentro y el
Sevilla fue a por el gol, quería estrenar el marcador costara lo que costara. Con muy buen dominio del esférico y con intención, los hispalenses saltaron al campo e intentaron sobrepasar la portería de Munúa pero sin éxito. Y no fue por falta de ocasiones. Todos los de Míchel lo intentaron pero el único que podía burlar una defensa de diez era el Duende de Los Palacios por la banda derecha pero no acertaba. Con buenos centros los rojiblancos se metían en el área granota pero nada. El
levante no temía en demostrar que al conjunto valenciano no le hacían falta goles y así lo hizo. Los de Martínez, ya situados en la zona noble de la tabla, se dedicaron todo el encuentro a tejer una red que los hispalenses no pudieron traspasar. Durante la primera parte del partido, los locales atacaron pero no llegaban a la portería, con Campaña durante varios minutos fuera por una herida, los de Míchel lo intentaron y no cesaron. 45 minutos de claro dominio hispalense en las que Palop no intervino para nada.
Tras el descanso más de lo mismo, seguíamos con el empate y el levante sin mover un dedo por estrenar marcador. Medel, Navas y Baba la tuvieron en los últimos minutos del encuentro pero las jugadas no finalizaban en gol y el conjunto local se desesperaba. Caras de impotencia, resignación, sufrimiento y decepción es lo que encontramos tras 95 minutos de juego.
Con Palop como espectador privilegiado del encuentro y con Navas por la banda derecha que parecía ser el único que podía adentrarse en ese muro valenciano y creaba ocasiones de gol encontramos la clave que le faltó al conjunto sevillista. Esa chispa de imaginación, ese toque de magia faltó contra los granotas. Nada que reprochar al ataque hispalense, le falló el ingenio que les caracterizaba, la agudeza para crear huecos y terminar con el esférico en el fondo de la red de Munúa.
Un duro duelo que finalizo con el 0-0 en el marcador y nos lleva a la undécima jornada en San Mames. Los de Bielsa, tras un pésimo comienzo en la liga, llegan al encuentro ante el Sevilla con la victoria a domicilio contra el Granada por 2-1.
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