Nos conformamos con decir que es un partido de trámite después del cero-cinco en Mallorca.
Nos convencemos con el hecho de decir que jugamos plagados de "suplentes".
Tratamos de paliar la cosa pensando que no era un partido para poner los cinco sentidos.
Pero...
¿Y la imagen?.
¿No cuenta la imagen que damos una jornada tras otra y en Copa igualmente?.
¿No cuenta que los presumibles "suplentes" deben ganarse un puesto dentro de un grupo que tal y como está la cosa no es muy complicado arrebatar?.
¿A qué juega Babá?.
¿A qué juega Cala?.
¿A qué juega Coke?.
¿A qué juega Hervás?.
Pues juegan a lo mismo que el resto. A nada.
Después de unos días de asueto bloguero, debido a mi trabajo, más fatigable en las fiestas que normalmente, vuelvo sin ganas de comentar nada sobre mi equipo. Vuelvo con las mismas ganas que me fui, ninguna.
Y no es que no me apetezca escribir, opinar, equivocarme, sino que uno siente desgana cuando ve que no mejora el equipo ni se atisba que vaya a conseguirlo.
Ganamos a Osasuna con más pena que gloria. In extremis a ultimísima hora y con gol de un defensa sumado al ataque para intentar la proeza que los delanteros son incapaces de conseguir en este Sevilla que se desmorona por tiempos.
El fútbol es grande hasta el punto que ahora somos capaces de visitar Mestalla y traernos los tres puntos en juego, devolvernos la ilusión y arrebatárnosla en la siguiente jornada como quien no quiere la cosa. El fútbol, como digo, es grande por estas cosas aunque la grandeza no creo que esté de nuestro lado y me inclino más en esperar no salir goleado de la costa levantina dándole alas a un Valencia en vacas flacas.
Publicaciones Relacionadas
Sevilla FC