Era echarle mucha imaginación pensar que ocho meses después podíamos tener posibilidades de ganar fuera de casa, máxime tratándose de un partido hostil donde los haya. Hostil por su afición y hostil por sus jugadores siempre enfrentados a los nuestros con algo más que simple deportividad.
Mucho era imaginar que podíamos ganar. Lo tuvimos cerca con el golazo de Negredo, aunque pienso que ni consiguiendo dicho gol en el noventa hubiéramos tenido asegurado los tres puntos, seguramente nos habrían remontado en el descuento.
No he podido ver el partido debido seguramente a la retransmisión de todos los encuentros a la misma hora y como el Sevilla no goza de mucho interés, pues los internautas habrán optado por otros con más relevancia.
Tratábamos de conseguir un puesto que nos acercara a disputar la UEFA por la vía de las sanciones. Increíble que tengamos que andar así. O se merece o no se merece pero aprovecharnos de los despachos de los demás me parece cuando menos injusto e inmerecido totalmente.
Desde hace mucho tiempo se fraguaba que esta temporada sería de paso sin más. Es lo que desde un principio nos han metido en la cabeza estos jugadores. Toca, como digo todos los domingos, limpieza a final de temporada con el agravante que en la limpia caerán sin solución lo poquito bueno que tenemos...Negredo, Navas, Rakitic...
Empezaremos desde cero con la ilusión de que después de una debacle vengan siete temporadas inmemorables.
Esto sólo ocurre una vez en la vida y yo, al menos, he tenido la suerte de vivirlo.
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