Se presentaba un derbi de incertidumbre. Un derbi de esos en los que las dudas te embargan hasta última hora y no las tienes todas contigo. Un derbi con un Betis muy tocado y un Sevilla que no termina de encontrar el sitio y la firmeza necesaria como para pensar en un paseo triunfal ante el eterno rival.
Pero sí.
El paseo se ha producido. Esta vez, un Sevilla llevado a la perfección por nuestra perla de Utrera de principio a fin el tiempo que estuvo en el campo y al que Emery supo agradecérselo con un ovación más que merecida de su público con el cambio.
Gran partido el de hoy de nuestro Sevilla, demostrando...una vez más...quién es el grande de Andalucía. A punto de endosar otra manita inolvidable a los verdes palmerinos, esos verdes a los que hemos hundido aun más en la tabla y en el sentimiento ya que eran ellos los que más apostaban por sacar algo positivo esta noche de Nervión.
Partidazo para enmarcar. Partidazo para visualizar cuando se nos olvide como ganar un partido con solvencia y claridad. Me apunto a todos los derbis como este de tranquilo. Sin inquietudes en defensa. Sin regalos navideños y con el saber estar de un grande que se enfrenta a un pequeño.
No quisiera nombrar a ningún jugador en concreto, aunque no me ha quedado más remedio que hacerlo con José Antonio Reyes. El resto, todos por igual. Todos a una y sin bajar los brazos en ningún momento, como debe ser.
Pasó otro derbi. Pasó otra noche mágica por Nervión. Mañana cachondeíto rojiblanco en las tascas, curros y reuniones varias, como debe ser, y yo... a dormir con la tranquilidad y la felicidad de un niño chico aunque mañana sea lunes...todos como este y me lo apunto como día preferido de la semana.
Buenas noches sevillistas y por qué no....a los palmerines también.
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