Al crear mi primer post no sé que hacía delante del PC, pensaba que nadie lo iba a leer a excepción de “yo”, etc. etc. Pues bien, hice el blog, -aquí está él- y me ambienté queriéndolo poner bonito, o al menos, eso es lo que intenté. Así que manos a la obra.
Empecé viendo blog’s para adiestrarme un poquito y “bishear” cosas para incluirlas en el mío. Ni corto ni perezoso comencé a buscar relojes, anuncios, tiempo climatológico, cosas raras que adornaran mi lindo blog –algo de ironía y sarcasmo tampoco viene mal-contadores de visitas, estadísticas y por supuesto, si quiero que se vea mundialmente en el mundo, pues tendría también que inscribirme en un robot, que es el que se encarga de que todo el mundo vea “éste peazo pepino” , porque sabréis que el rastreo de estos robots son los que hacen que si alguien quiere ver algo determinado, pues lo escribe en la barrita del buscador y ¡zas! ¡ahí está!
La guasa viene ahora. Yo, de técnica informática, en esos momentos 0 (cero patatero). Esto que vaya por delante. Veía todo tan sencillito y tan simple que me decía: Cuando termine este formulario que me pone Google, ya está toíto solucionao y mi blog lo van a ver hasta en la Antártida. Tó los pingüinos vestíos con su Chaqué delante de sus correspondientes ordenadores viendo mi blog.
Espérate sentao porque de pie te va a entrar reuma hasta en las pestañas. Casi lloro de desesperación y de impotencia. Me explico: Para que todo me saliera bien, tenía primeramente que “Verificar mi sitio” así es que me lanzo al menú desplegable que dice: “Seleccione un método de verificación” y yo que tenía menos idea de esto que un pato mareao, pongo: “Añadir una Metaetiqueta”. Y me sale la metaetiqueta muy pomposa ella diciéndome: cógeme y llévame contigo a tu blog, amorcito. Me recomienda Google que lo introduzca en el código fuente del blog en “head” y que sea la primera orden de “head”. Digo pa mí: ¡Ea! (no head) ya tá tó solucionao. …¡Y un mojón! Le doy al botón “Verificar” y me sale esto un recuadro de indexación que éste ya lo iba entendiendo menos, pero bueno, ya metío, al lío. ¡Otro mojón pa mí! Resulta que ahora no lo he enviado a un “Sitemap”, -ya empiezo a llorá, pero poco- Me voy al cuadradito que hay a la izquierda y elijo SITEMAPS, de ahí, “añadir un sitemaps” y de ahí a “seleccionar un tipo…” y ahí ya me perdí. Sitemaps para Web general, para Ggogle, para vídeos, etc, etc. Así que me voy al de más lógica, el de la web general.
Se despliega un menú de opciones:
1. He creado un sitemap en un formato compatible. Ayuda
2. He subido mi sitemap. Ayuda
3. La URL de mi sitemap es:
http://amorsevillista.blogspot.com/________________________
Ejemplo: sitemap.xml
Ejemplo: directory/sitemap.xml
Ya por ahí sí que no pasaba. ...Y ¿yo qué coño ssbía lo que es eso? Puse de tó lo que se me venía a la cabeza, con lógica y fundamento, pero siempre me salía un recuadro en rojo dándome error número 404. Ese no lo juego ya ni aunque me regalen una tira en la lotería de Navidad.
Ya hartito de todo esto. Pensé: ¡Que le den musho pol culo a toa esta retahíla de palabras inglesas y la madre que las parió! Te metes en un laberinto de palabras y de órdenes y éste se va incrementando más y más hasta que te vuelves majareta y viendo chiribitas de colores. Yo sigo cómo iba, a saber:
¡Que vea el blog el que caiga por casualidad!