Estamos en navidades y es lógico que nuestro equipo haga feliz a los contrarios. Mantenemos el balón, creamos algunas oportunidades claras, la tocamos en el centro del campo y cuando nos hartamos de hacer todo esto...
regalamos el partido y los tres puntos importantísimos que nos jugábamos hoy.
Es increíble que tengamos estos
fallos en defensa, porque, podemos hacernos goles en propia puerta, podemos resbalar al intentar despejar, podemos muchas cosas menos la que hemos hecho esta noche para dejarnos los puntos.
Sigo pensando que no tenemos centro del campo solvente. No podemos permitir que
Medel sea el
que pelée, el que
corte los ataques contrarios
y encima que sea también el encargado de
organizar, unas veces porque está solo y otras porque los que deben desempeñar esa función no aparecen en su zona.
Dirán los optimistas o menos derrotistas que tuvimos mala suerte. Que no merecimos la derrota. Merecemos lo que tenemos, porque no somos capaces de solventar los partidos con la autoridad presumiblemente superior al rival que dicen que tenemos. No sabemos sobreponernos a los errores defensivos. No sabemos culminar las jugadas. No entramos por banda como antaño.
Con respecto a las bandas....a
Navas lo sentaba en el banquillo hasta que aprenda a sorprender al contrario, a hacer justamente lo contrario de lo que piensa,
pero claro, si lo sentamos en el banquillo ¿a quién ponemos?.
Hacen falta revulsivos. Revulsivos atacantes y organizadores.
Menos mal que el
Levante tan sólo jugó en punta con
Koné y el marfileño se acordó de sus mejores tiempos en el
Sevilla, porque lo que lleva hecho hasta el momento en tierras levantinas no es más que un espejismo.
Toca el Madrid. A estos no hace falta regalarles nada. Te lo quitan por las buenas o por las malas.
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