Hablo por mí, y no porque haya tenido ningun nieto, ya que no tengo (que yo sepa) ningún hijo en edad de ser papi, ni sin edad de nada. Digo que me creo haberme convertido en abuelo, porque no hago más que acordarme de batallitas de las que jugaba mi SFC hace..., pues no mucho. Aún debe haber fusiles con el cañón caliente.
Batallitas de esas que yo creí que no dejaría de jugarlas, porque mi equipo parecía no tener hartura de jugar como dioses, y apabullar como los grandes que se presentan y terminan los partidos. Batallitas de esas que terminaban dejando trofeos en formas de títulos de guerras que pocos o, mejor dicho, nadie ganó antes por aquí, tan sólo nosotros.
Pero a este abuelo parecen algunos haberse empeñado en venderle la resignación de haber sido lo que fue, y hasta que dure lo que tenga que durar... que tampoco sé que es ese no sé qué que debe durar...
El caso es que mi batallón hoy pasó por un puerto menor y ganó. Pero sino llega a ser porque vi en sus camisetas mi escudo, hubiese pensado estaba viendo cualquier otra cosa menos un partido de mi SFC.
Debe ser que estoy viejo y que la desidia de quienes se ponen mi camiseta hoy día se me está contagiando.
No me rindo porque mi condición de sevillista me lo impide. Sin embargo, señores responsables de todo esto, con 42 años y sin ser padre (cosa que sólo a mí me concierne), por favor, no me hagan más sentirme abuelo.
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