Buenísima primera parte del Sevilla sin rúbrica en lo que en el fútbol cuenta, que son los goles. Es del todo increíble que a estas alturas de Liga el
Sevilla sume 19 goles a favor solamente. 19 goles que son los que debería llevar un solo futbolista,
Álvaro Negredo, más otros tantos repartidos entre sus compañeros, pero ni el vallecano ni el resto son capaces de ver portería con la claridad suficiente como para darnos tres puntos.
Segunda parte nefasta, como casi siempre. El sitio perdido, las ideas desaparecidas, las posiciones desconocidas. Los cambios sin resultado positivo. Muchas contradicciones para intentar objetivos. Para colmo de males resulta que cuando las bandas funcionan, como hoy
Jesús Navas el resto se aploma.
Hoy al menos deberíamos consolarnos con la idea de que la defensa no ha fallado.
Cáceres perfecto, arriba y abajo. Deberíamos replantearnos la idea de su salida.
Navas incisivo.
Reyes casi perfecto, le faltó el gol en un par de ocasiones.
Negredo con la puntería perdida.
Manu para acostarse. Medel genial.
Encaramos un derby, porque a esto sí se le puede llamar derby,
cargado de dudas. Un derby que debería caer de nuestro lado casi antes de disputarlo y al que llegamos llenos de incertidumbre y con el miedo de hacer un ridiculo ante nuestro eterno rival.
No la tengo todas conmigo ante este próximo partido. Hace tiempo que dejé de tenerlas todas conmigo con cualquier partido que disputamos.
Esta es la realidad de este Sevilla, una esperanza puesta en manos de un incompetente y mediocre entrenador y una frustración que hace mella día si, día si en esta noble afición.
Lo primero que
el Presidente y la dirección deportiva deben hacer,
es coger el toro por los cuernos y
destituir inmediatamente a Marcelinio García Toral antes de que sea tarde. Este entrenador no da más y su única voluntad es permanecer el mayor tiempo posible al frente del equipo por si “suena la campana”.
Mal futuro le veo a Marcelino.. !!Fuera, fuera, fuera!!
