No suelo usar este espacio para hacer comentarios sobre mi persona porque esos me los guardo para mí mismo pero
hoy creo que voy a hacer una excepción.
Da la casualidad de que
hoy cumplo mis primeros
50 años de vida y afortunadamente han sido 50 excelentes años, llenos de muchísimas cosas buenas y algunas, las menos, malas.
50 años es un buen momento para detenerse unos cuantos minutos y dedicarse a hacer un repaso de lo que uno ha hecho en todo este tiempo y, lo más importante, hacia dónde se quiere ir en lo que le quede a uno de vida.
Yo me considero un afortunado, la verdad. Tengo salud, trabajo, proyectos y muchas ganas de ayudar a los que me rodean —aunque esto parezca inverosímil en un mundo cada vez más individualista y egoísta.
Se que tengo un carro de defectos, que algunos trato de pulir y que con otros me he resignado a vivir, pero en general, me gusta ser quien soy. Vuelvo la vista atrás y contemplo estos 50 años y no me disgusta lo que veo.
Estoy orgulloso de lo que he hecho, incluso de mis errores garrafales, porque de todos ellos he aprendido y han contribuido a convertirme en la persona que ahora soy, por ello doy las
"GRACIAS" a todos los que me han felicitado por las distintas redes sociales y gracias a todos ustedes que leen este blog y discúlpenme por usar este espacio para estos desvaríos tan íntimos y poco formales que prometo no volver a repetir, hasta que se cumplan
los próximos 50 años...
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